La Parroquia de San Pablo Custodia una Tradición Navideña Multisecular
Las Misas de Gozo de Abarán, celebradas cada diciembre en la histórica Parroquia de San Pablo, son mucho más que un acto litúrgico; son la viva conservación de un tesoro cultural y religioso que se remonta a varios siglos atrás. Esta tradición, arraigada profundamente en la Región de Murcia, simboliza la espera gozosa del Nacimiento de Jesús.
Orígenes y Simbolismo de la Espera
La costumbre de las Misas de Gozo en Abarán se inserta en un contexto, anterior incluso al siglo XIX, tal como atestiguan antiguas crónicas de la Región de Murcia.
- Periodo de Celebración: Se extienden durante nueve días (del 16 al 24 de diciembre), un periodo simbólico que representa los nueve meses de gestación de la Virgen María.
- El Ritual Litúrgico: La solemnidad comenzaba con la fiesta de la Purísima Concepción (8 de diciembre), cuando la Parroquia de San Pablo, cuyo origen se remonta al siglo XVI, anunciaba el nacimiento con la colocación de una canastilla con la ropa del Niño Jesús junto a la Virgen en el Altar.
- Horario Devoto: Originalmente, estas misas eran conocidas como «Misas de la Aurora», celebrándose a primeras horas del día, a menudo a las 6 de la mañana, un vestigio de la gran devoción y el esfuerzo de los fieles por participar antes de comenzar sus labores.
El Esplendor del Canto: De la Misa Pastoril a los Aguilandos
Lo que verdaderamente distingue las Misas de Gozo en San Pablo es su riqueza musical, un aspecto que las dota de un «gozo» inconfundible. Estas celebraciones no se conciben sin el acompañamiento de una Misa Pastoril y el canto de preciosas coplas de aguilando, la forma de villancico murciano por antonomasia.
El canto de los aguilanderos es tan central que hace que la misa sea una cita ineludible. Las armonías utilizadas en estos aguilandos, que en ocasiones se asocian a fórmulas musicales populares desde el siglo XVI, confirman la antigüedad y el valor etnográfico de esta manifestación.
El periodo de mayor esplendor musical de las Misas de Gozo estuvo intrínsecamente ligado a la labor de personas concretas que mantuvieron la calidad artística del coro parroquial:
- Don David Templado Garijo: Alma máter del coro. Conocido por ser el director de la Agrupación Musical de Abarán, Templado trasladó su maestría y disciplina al coro de San Pablo. Su dirección fue clave para mantener vivo el repertorio tradicional y el nivel de la música sacra navideña.
- Juanita Templado y Mercedes Caballero: Eran las voces solistas que, según las crónicas locales, «deleitaron» a los asistentes con su calidad artística. Su participación elevaba la solemnidad de la liturgia, garantizando la interpretación de las complejas Misas Pastoriles. Estas figuras, junto a otros incondicionales de la tradición como Marica de Pipa, María Luisa de Milanés y Pedrica, cimentaron el sentimiento popular hacia estas misas.
Hoy en día, las Misas de Gozo siguen siendo un pilar de la Navidad abaranera, una tradición que resiste el paso del tiempo gracias al legado de aquellos que dedicaron su voz y su vida a honrar el Nacimiento en la histórica Parroquia de San Pablo.

